Visitar Lucainena y Darrícal es viajar al pasado, a otros tiempos de serenidad y sosiego, de viejas costumbres y vida sencilla. Se trata de dos pequeñas barriadas, con un encanto especial y arquitectura típicamente alpujarreña, viviendas de una o dos plantas encaladas, terraos, de launa, chimeneas de narices, calles estrechas de cuestas empinadas, escalonadas debido a la orografía del capricho de la naturaleza.

Se encuentran ubicadas al margen izquierdo del Río Alcolea, donde los chopos de Lucainena hacen un paseo natural a lo largo del Río y los acantilados, hasta llegar a Darrícal, hacen que esta zona sea un paisaje único e impresionante, en el cual destaca el cauce que la reina Isabel II mandó construir en su intento de llevar el agua desde el Río al Campo de Dalías para riego y a Aguadulce, para dotar de agua potable a Almería; intento fallido por su coste y que solo se construyeron unos cinco kilómetros.

La distancia desde Alcolea a Lucainena es de 10 km. y a Darrícal 14 km. Se llega por carretera provincial en regulares condiciones.